top of page
Goteo de espuma
Foto del escritorlavanderia Guizado

¿qué buscan las mujeres en los hombres?



El paso de adolescente a adulto está sujeto a cambios que afectan a todos los niveles de la vida. Aunque mantenemos nuestra esencia, hay características personales que varían y que acaban afectando a las decisiones. En esta ocasión, y teniendo en cuenta las excepciones y que no todas las mujeres buscan emparejarse, analizamos sus preferencias durante las etapas más determinantes de su vida en el ámbito sentimental.

Entre los 16 y los 20 años


Los adolescentes, en general, son cócteles de hormonas, emociones e idealizaciones que nutren el cerebro y lo hacen explotar en innumerables fantasías de película. Por eso, en el caso de las chicas heterosexuales, buscan a ese chico alto, guapo, mayor que ellas y con toque rebelde: un canalla en toda regla.

En las ficciones americanas, estos sujetos sacarían pelotas del estadio sin despeinarse. Y es que a ellas les da igual si el chaval es buen tío o no. Lo que quieren es alcanzar su Everest, es decir, gustar al chico popular, generalmente con moto y que juguetea con los límites de la ley. A John Travolta en los años 70 o a Quimi de Compañeros en los 2000. Buscan un líder. A veces, tener al mejor chico les permite ganar en popularidad y codearse con la crème de la crème del instituto. La idealización del hombre por parte de la mujer alcanza su cenit en este momento de la vida, donde la inestabilidad del adolescente nubla la razón.

Entre los 21 y los 28 años

El asunto cambia. La seriedad de los estudios y la aparición de las primeras responsabilidades amuebla el cerebro de las mujeres y lo aleja del ambiente de instituto en el que solían amargarse por asuntos triviales. Antes, el hombre actuaba de líder (siempre y cuando fuera mayor), pero a esta edad, las chicas se quitan los complejos y utilizan su inteligencia. Nadie puede con ellas. En este sentido, no necesitan ningún macho alfa, por lo que sus preferencias intentan equilibrar su propia personalidad.

Valoran la compañía, los buenos momentos, el sexo, los intereses comunes y las actividades que alimenten su espíritu. ¡También quieren divertirse, por supuesto! Pero buscan un chico que les haga disfrutar sin tener que jugarse la vida en un coche robado. Lo de quemar rueda en la carretera ha pasado a mejor vida. También valoran más el aspecto intelectual que en el pasado habría sido un extra innecesario. La idea de una posible relación marca mucho las decisiones, donde ya no caben payasos y prevalecen los buenos chicos con personalidad.

Entre los 29 y los 37 años

A estas alturas de la vida, casi todas las personas, sean hombres o mujeres, buscan la estabilidad. En el caso de las chicas heterosexuales, el físico de su pareja, más importante en años anteriores, deja de ocupar un papel protagónico y es la madurez la que ocupa la primera posición en la cerrera. Se acabaron los niñatos que tenían dudas o que les hacían dudar a ellas; se acabaron las medias tintas, los piques ridículos y la obsesión por el físico. No más lágrimas inútiles. Lo más importante, además de la atracción y la compenetración que se dan por supuestas, es la posibilidad de iniciar un proyecto de vida común serio. Para ello, los hombres con la edad emocional de un adolescente no sirven, pero sí aquellos con cierta solvencia que busca un futuro interesante y realista.

Mayores de 38 años

En el caso de las mujeres solteras (o que vuelven a estarlo después de un tiempo casadas), su experiencia les ha convertido en personas muy exigentes. En este sentido, no buscan repetir los mismos errores. Saben perfectamente qué les gusta y qué no, por lo que que resulta imposible “darles gato por liebre”. En ocasiones, tras dejar una relación tóxica, buscan personas totalmente opuestas a su anterior amor. Algunas se desatan y eso está bien. En otras circunstancias, intentan fortificar la idea inicial del amor que no fructificó en su relación pasada. Sin embargo, les cuesta confiar en los hombres si ya han tenido fracasos amorosos.

Si las mujeres de estas edades no son solteras, su matrimonio va viento en popa, por lo que las diferentes elecciones de su pasado fueron acertadas. No obstante, llegados a este punto, es importante mantener la llama, por lo que aquí te ofrecemos 8 consejos para evitar la rutina de pareja.


La personalidad de cada mujer tiene sus propias ramificaciones, pero hay comportamientos que se repiten por el momento de la vida en que se dan. ¿Te sientes identificada?

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page